miércoles, 9 de diciembre de 2009

La Momificación

Los antiguos egipcios creían en la vida después de la muerte. Pensaban que el alma del difunto viajaba al Más Allá. Cuando una persona moría en el Antiguo Egipto, su cuerpo se conservaba por medio del proceso de la momificación. Pero sólo los egipcios más ricos, además del faraón y su familia, podían encargar su momificación, ya que era un proceso muy costoso, además de largo: la momificación tardaba 70 días en ser finalizada.

Máscara de la momia de Tutankhamon. Máscara de oro como la mayoria de las mascaras que se les hacían a los reyes.

Muchas veces habréis visto en las películas la famosa imagen de una momia. Vamos a descubrir qué eran en realidad las momias y cómo se hacían. Para conocer que eran en realidad las momias y como se hacían primero veremos el significado de la palabra. Momia procede del persa mummia, que significa "cosa bituminizada", de ahí su apariencia obscura. De esta vocablo persa, se deriva la palabra árabe múmmiya, de "mum", betún o cera mineral, sustancia que se utilizaba muchísimo durante la momificación de los cuerpos.

El proceso de momificación se llevaba a cabo dos o tres días después de la muerte. El cuerpo era llevado a los embalsamadores, quienes trabajaban a orillas del Nilo, ya que se necesita agua en abundancia. Se colocaba al difunto sobre una mesa de piedra o de madera, e incluso de alabastro, cuyas patas y su decoración tomaban la forma de león. También se empleaban otras más pequeñas para depositar los órganos del difunto.

Mesa de embalsamar para el tratamiento de los cuerpos, primer paso del proceso de momificación.

Herramientas empleadas en la extracción de los órganos del difunto en el antiguo Egipto para proceder a su momificación.

Se lavaba el cuerpo y se procedía a la extracción del cerebro. A continuación, los órganos internos: el estómago, los intestinos, los pulmones y el hígado. Los envolvían en un paño de lino y se introducían dentro de los cuatro vasos canopos bajo la protección de cuatro dioses especiales, llamados “hijos de Horus”, representados en las tapas de estos vasos:

Vasos canopos: Duamutef, de chacal (estómago), Qebehsenuf, de halcón (intestinos), Hapy, de mono (pulmones) y Amset, de apariencia humana (hígado).

El corazón se dejaba dentro del cuerpo porque no debía separarse de su cuerpo, pues era el lugar donde residían los sentimientos, la conciencia y la vida.

A continuación el cuerpo era cubierto con natrón, una sal que lo desecaba. Este tratamiento duraba entre 35 y 40 días, de forma que el cuerpo al estar totalmente deshidratado, ya no se descomponía. Se rellenaba utilizando limo o serrín procedentes del Nilo o especias. Después se cosía, y a veces, lo cerraban con lino, una placa de cera o tratándose de un rey, con una chapa de oro. Se lavaba con agua del Nilo y se ungía con bálsamos aromáticos. Y ya se podía vestir al difunto.

Una vez realizados todos estos pasos anteriores, el cuerpo se envolvía en vendas de lino impregnadas a veces en resina, mediante un ritual muy estricto. Mientras se realizaba este proceso un sacerdote que portaba una máscara del dios Anubis recitaba las fórmulas de encantamiento correspondientes. Estas fórmulas eran las siguientes:

"Te ponemos el perfume del Este, para hacer perfecto tu olor y poder seguir el olfato de Dios"
"Te traemos los líquidos que vienen de Ra, para hacer perfecto tu olor en la Sala del Juicio Final"

Vendajes aplicados a las momias. Estas vendas se untaban con resina para una mejor sujeción conservación.

Se empezaba vendando los dedos uno por uno, las extremidades y por último el resto del cuerpo. Los brazos podían ponerse estirados a lo largo del cuerpo, o se cruzaban en el pecho en posición osiriaca. Se terminaba con la cabeza.

Entre los vendajes se introducían amuletos y tiras de lino que recogían textos del Libro de los Muertos. Sobre el pecho se colocaban un escarabeo alado y las imágenes de los cuatro hijos de Horus, los dioses protectores de los órganos internos.

La cabeza de la momia se cubría con una máscara pintada, y en el caso de momias reales, la máscara funeraria podía ser de oro, como la encontrada en la momia de Tutankhamon.

Finalmente, la momia se introducía en uno o varios sarcófagos de madera o de piedra que se encaban unos con otros y se entregaba a la familia para comenzar con los ritos funerarios.

Sarcófago donde se metían la momias y momia con sudario y malla,
tal y como quedaban una vez envueltas con las vendas y cubiertas con las mallas. Esta momia pertenece a la esposa de un sacerdote de la XXV Dinastía, hacia el 700 a.C.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Justicia: las penas y su ejecución

Castigos no corporales

La pena más evidente y una de las más comunes era el encarcelamiento (acompañado de trabajos forzados), pero había otras para delitos "leves" y comunes ( no pagar impuestos, pequeños hurtos, etc.), como la pérdida del trabajo o de la categoría en el mismo, también de las propiedades y el borrado del nombre en la tumba si ya la había construido el acusado.

Castigos corporales ( sin pena de muerte)

Escena de la tumba del escriba Menna (TT69, Sheikh Abd el-Qurna)

El castigo corporal más común eran los "golpes de bastón" (100 o 200) y en los casos más graves se podía añadir 5 "golpes sangrantes" e incluso marcas de metal incandescente. Los tribunales locales podían imponer penas ligeras como la devolución de mercancías robadas con multa por el doble de su valor. Pero las sentencias por delitos graves contra el Estado o la religión, eran dictadas por visires o en su caso, por el propio rey: mutilación (mano, lengua, nariz u orejas; no hay pruebas sobre la castración), exilio, trabajos forzados en canteras o minas y hasta la pena capital (empalamiento, ahogando en agua, quemando vivo o decapitado). Aunque estas últimas penas no eran nada comunes, podía darse el caso.

Los sacrificios humanos y pena capital

Podemos distinguir tres tipos de sacrificios humanos:

  1. Por una parte, cuando las personas sacrificadas pertenecían a la corte del rey. Se piensa que podían ser sus servidores más directos, aquellos que debían seguir trabajando para su rey en el Más Allá. Pero la costumbre desapareció ya en la segunda dinastía y justo después aparecen en las tumbas, las primeras estatuas de sirvientes trabajando del Imperio Antiguo. Más tarde esta función la desempeñarían los Shabties (a partir del Reino Medio). Llamados Shauabtis en el Imperio Medio y Ushebtis en época tardía, estas figuritas momiformes responderían por el difunto, trabajando en su lugar cuando fuese necesario.
    Los escritos sí reflejan claramente la función de los Ushebtis en este sentido, mientras que las representaciones de personas trabajando, pasaron a ser simplemente eso, escenas de la vida cotidiana que también se darían en el Más Allá, según las creencias de los egipcios.

Shauabtis de Tutanjamon, Museo Egipcio de El Cairo

En la II dinastía se abandona esta costumbre, pero tenemos las numerosas tumbas que rodeaban a las de los reyes del predinástico y dos primeras dinastías. Por ejemplo, en la de Aha en Abidos, se ha comprobado que las personas enterradas alrededor no superaban los 25 años de edad. Junto a la tumba Qaa se encontraron algunos títulos de altos oficiales en las subsidiarias, tales como "Portador del sello real", "Guardián de los secretos y de los decretos", etc., por tanto, no sólo se acompañaban de simples sirvientes, el rey también necesitaba funcionarios en el Más Allá.

  1. Rituales o religiosos: También se sacrificaban personas en algunos ritos, pero se sustituyó por el sacrificio de animales.

A finales de la I dinastía ya no existió nunca más el sacrificio ritual de personas en Egipto, o no nos consta.

Se constata su existencia por las escenas encontradas en algunas etiquetas (la de la imagen pertenece al rey Aha):

Sobre el sacrificio está el signo O43 de la clasificación de Gardiner, que viene a significar la recogida (Ssp), en un cuenco, de la sangre de la persona maniatada sacrificada en la ceremonia, mientras son apuñalados en el corazón.
Hay más pistas de sacrificios rituales humanos no relacionados con funerales reales y de su sustitución por animales, por enterramientos masivos encontrados, pero son bastante discutidos. Dependiendo del autor, unos afirman y otros niegan rotundamente el tema de los sacrificios humanos rituales. En mi opinión y viendo que el primer caso está demostrado, no tengo razón para pensar que no fueran capaces de hacer lo mismo por otros motivos.

  1. Criminales y enemigos: Por las pistas encontradas (fragmentos de etiquetas), se debía hacer algún ritual en estos sacrificios, ya que la sangre era derramada en vasijas, pero no tenemos total seguridad de si en estos casos se trataba de criminales o se refleja el caso anterior.

Los castigos corporales más graves reaparecen con más intensidad o son "reinventados" en el Imperio Nuevo, siendo el empalamiento la pena capital "favorita" en época ramesida. Sobre la muerte en el fuego parece que no era muy aplicada, quizá se quedó en amenaza de algunos Decretos. Otras penas como el "suicidio" (obligado) sí está constatado en casos de alta traición (atentado contra Ramsés III). El ahogamiento se da desde el Imperio Antiguo hasta el Imperio Nuevo, ambos inclusive. Parece una ejecución tradicional: el reo era introducido atado en un saco con piedras y a continuación se le tiraba al río Nilo.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Pan en casa

El pan se preparaba conjuntamente con la cerveza, ya que la cerveza proporcionaba la levadura que fermentaba el pan.
Cada familia hacía su propio pan.

El ama de casa molía el trigo; colocaba los granos y los trituraba con un rodillo.
Luego tamizaba la harina obtenida y la mezclaba con agua y levadura de cerveza.
Amasaba durante mucho tiempo, y fabricaba con ella pequeñas bolas que dejaba fermentar al sol.

Mientras se molía, se mezclaban con la harina polvillos de piedra, lo que desgastaba los dientes.
Especias, sal, ajo o miel eran añadidos a la masa para perfumar el pan.

En el Imperio Antiguo, el pan se cocía en moldes de barro en forma de cono.
Aún no se usaban los hornos y los moldes, de paredes gruesas, se calentaban en el fuego, luego se colocaban sobre una tabla con agujeros, se rellenaban con la masa y se tapaban con otro cono.

Más tarde, al aparecer los hornos, se colocaba la masa en moldes de diferentes formas (flor de loto, templos, hipopótamos...).

lunes, 7 de septiembre de 2009

Los enanos inspiraban respeto en el antiguo Egipto

Los antiguos egipcios nos dejaron un legado inmenso de su cultura y su vida diaria a través de las inscripciones y representaciones en las paredes de las tumbas y los templos, de los documentos en papiro y de los objetos funerarios. Además, gracias a su clima cálido y seco, y a sus sofisticados sistemas para conservar cadáveres, han dejado intactos muchos restos de seres humanos, incluyendo esqueletos enteros o sólo parcialmente deteriorados. Por estas razones, Egipto se ha convertido en una fuente esencial de información para conocer cómo se percibía la acondroplasia (la enfermedad ósea causante del tipo más común de enanismo) en los tiempos antiguos.

La investigación, llevada a cabo por Chahira Kozma, del departamento de pediatría del hospital de la Universidad de Georgetown, examina los restos biológicos y las evidencias artísticas del enanismo en el antiguo Egipto, incluyendo tanto a los enanos de elite que alcanzaban un estatus importante, como a los enanos ordinarios. Las primeras evidencias biológicas de la existencia de enanos en el antiguo Egipto datan del período predinástico, el llamado "Período Badariano" (4500 antes de cristo) y varios esqueletos del Reino Antiguo (2700 - 2190 antes de cristo). Las representaciones pictóricas de enanos en las tumbas, las pinturas en los jarrones, las estatuas y otras formas artísticas son numerosas, e indican que los enanos eran empleados como asistentes personales, supervisores del lino, cuidadores de animales, joyeros, bailarines y anfitriones en celebraciones.

Enanos antiguo Egipto
Estatua del dios enano Bes. (Foto: Museo Louvre, París )
Muchos enanos se encargaban de los asuntos domésticos en las casas de altos funcionarios y eran lo suficientemente estimados como para merecer sepulcros suntuosos en el cementerio real cerca de las pirámides. También había numerosos dioses enanos en el antiguo Egipto. Los más conocidos estaban implicados en prácticas mágicas para la protección de los vivos y los muertos. Además, los enanos ordinarios aparecen en pinturas de al menos 50 tumbas y, la repetición de algunas de esas pinturas, demuestra que estaban bien integrados en diversos aspectos de la sociedad, especializándose en ciertas ocupaciones.

Las representaciones pictóricas de los enanos, los amuletos y estatuillas imitando sus formas, y los textos de los papiros invocando sus poderes mágicos, permiten concluir que la imagen de la gente de talla anormalmente pequeña era esencialmente positiva en el antiguo Egipto. Los enanos eran bien aceptados por la sociedad egipcia de aquellos tiempos e, incluso, se les asignaban papeles relevantes. Además, su actividad diaria hace pensar en su plena incorporación e integración a muchas de las labores cotidianas, y denota que su enfermedad no era vista como un impedimento físico.

viernes, 26 de junio de 2009

Anubis, Dios de la Vida y la Muerte



Este blog lo creé basado en la Inquitud que me provoca el Antiguo Egipto y su cultura, arte, mitología, costumbre y alto desarrollo para su época. siempre he consederado que su civilizacion es un eterno misterio, un misterio el cual se los mostraré por este espacio que he creado!!!

Anubis era el antiguo dios de la Duat. Anubis estaba relacionado no sólo con la muerte, también con la resurrección después de la muerte, y era pintado en color negro, color que representa la fertilidad.

Cuando Osiris subió al poder en el mundo de los muertos, la Duat, Anubis tomó un papel secundario, limitándose a embalsamar los cuerpos de los faraones, guiarlos a la necrópolis y cuidarla con su vida. Los sacerdotes de anubis us

aban unas mascaras rituales con su figura en la ceremonia de embalsamamiento del faraón. También Anubis era el encargado de vigilar, junto a Horus, la balanza en la que se pesaban los corazones de los difuntos durante el Juicio de Osiris.

Los primeros textos religiosos no le asignan progenitores, aunque en los Textos de las Pirámides su hija es Qebehut, la diosa que purificaba al difunto. En los Textos de los Sarcófagos, Bastet o Hesat, eran su madre. En otros textos era hijo de Ihet (diosa de la mitología de Esna); también de Ra y Neftis, de Seth y Neftis, de Sejmet-Isis y Osiris (en Menfis), o de Sopedu.

Plutarco escribió que Anubis era hijo de Osiris y Neftis. Osiris, dejó embarazada a Neftis, la hermana de Isis, en vez de a su esposa. Sucedió por estar borracho, o porque Neftis se disfrazó de Isis, según otros textos. Así, Neftis engendró a Anubis.

También Anubis es considerado el hijo ilegitimo de Seth, engendrado por Neftis. Seth decide asesinarlo al enterarse de su nacimiento, pero Neftis entregará el niño a Isis, la hermana y esposa de Osiris, quien lo protege y cría. Cuando Seth mata a Osiris, Anubis ayudará a Isis a resucitar al dios. Por esta razón Anubis era el encargado de embalsamar a los faraones, y guiarlos a la necrópolis.