La investigación, llevada a cabo por Chahira Kozma, del departamento de pediatría del hospital de la Universidad de Georgetown, examina los restos biológicos y las evidencias artísticas del enanismo en el antiguo Egipto, incluyendo tanto a los enanos de elite que alcanzaban un estatus importante, como a los enanos ordinarios. Las primeras evidencias biológicas de la existencia de enanos en el antiguo Egipto datan del período predinástico, el llamado "Período Badariano" (4500 antes de cristo) y varios esqueletos del Reino Antiguo (2700 - 2190 antes de cristo). Las representaciones pictóricas de enanos en las tumbas, las pinturas en los jarrones, las estatuas y otras formas artísticas son numerosas, e indican que los enanos eran empleados como asistentes personales, supervisores del lino, cuidadores de animales, joyeros, bailarines y anfitriones en celebraciones.
Estatua del dios enano Bes. (Foto: Museo Louvre, París ) |
Las representaciones pictóricas de los enanos, los amuletos y estatuillas imitando sus formas, y los textos de los papiros invocando sus poderes mágicos, permiten concluir que la imagen de la gente de talla anormalmente pequeña era esencialmente positiva en el antiguo Egipto. Los enanos eran bien aceptados por la sociedad egipcia de aquellos tiempos e, incluso, se les asignaban papeles relevantes. Además, su actividad diaria hace pensar en su plena incorporación e integración a muchas de las labores cotidianas, y denota que su enfermedad no era vista como un impedimento físico.
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